martes, julio 04, 2006

DIRECTORIO COMO FUENTE DE INFORMACIÓN

Según Susana Romanos (1996:205) directorio “es una obra de referencia mediante la cual se localiza, identifica, u obtiene información acerca de personas, organizaciones (compañías, academias, agencias de gobierno, etc.), o productos y servicios. El repertorio puede dar información sobre uno solo de estos rubros o combinarlos”.
El directorio debe proporcionar información que sirva de apoyo para la toma de decisiones y cumplir con ciertas características: la recopilación de la información debe ser sistemática, el método de recopilación debe ser objetivo y veraz, los datos recopilados deben contener siempre información útil sirviendo de base para la toma de decisiones.
Según Maria de Fatima Diniz Lobo y Silvia de Oliveira Barcellos (1992:75) las guías “son instrumentos fundamentales de apoyo a la actuación de centros referenciales, unidades de información, centros de documentación, etcétera, facilitando la identificación de informaciones básicas para usuarios del sector”
El objetivo del directorio es dar a conocer y difundir la especialidad o área especifica y facilitar el acceso a los datos e información.
A través de este instrumento y gracias a su especificidad permite conocer todas las personas vinculadas al área del transporte vial, así como, donde se encuentran, como se accede a ellas, que tienen, que ofrecen y que esperan.
Difunde la actividad que se desarrolla en esa área, sirve como instrumento de presentación y publicidad. Ofrece servicios llegando hasta el demandante disminuyendo la brecha informacional existente entre empresarios del área vial. Es de fácil acceso permitiendo obtener un panorama de lo que hay en el mercado auxiliando en la toma de decisiones.
El directorio debe tener ciertos requisitos para lograr llegar a su objetivo y ser eficaz y eficiente para desempeñarse como una herramienta útil y buscada, siendo un producto realizado por un profesional de la información.
Los directorios deben ser exhaustivos, el área estudiada no debe permitir dejar elementos fuera pues sino habría fuga de información y no le brindaría al usuario final un instrumento valedero.
Deben ser específicos, un instrumento que abarque demasiadas áreas se perdería en mucha información, produciendo perdida de tiempo en la búsqueda e ineficacia.
Estos deben estar bien estructurados, con índices que permitan una búsqueda rápida, como por ejemplo índices geográficos, onomásticos, alfabéticos, etc.
La calidad e integridad son factores de mucha importancia pues a la hora de valorar un instrumento de este tipo son elementos que influyen.
El directorio debe estar adecuado al usuario final pues de esta manera éste lo tomará como una herramienta útil y fiable, además la actualidad de los datos es lo que lo hace confiable.
En resumen los directorios son fuente dirigida a usuarios con necesidades puntuales; tienen una especialización temática; deben tener una buena organización de la información y una estructura lógica.
Además de las características ya citadas surge una nueva debido a la disponibilidad de tecnología y recursos informáticos, esta es la normalización, la cual nos permite el intercambio de información. A través de padrones internacionales la información fluye tornándose un bien transmisible.
Si hablamos de normalización podemos citar los dos formatos que existen para tal fin, el formato IBICT y el formato FIIR.
El primero busca la padronización tanto de forma y de contenido para el intercambio de información bibliográfica a través de medio magnético, ya el segundo su sigla lo dice es un formato que intercambia información referencial; en este describe principalmente instituciones, personas, proyectos, base de datos, eventos, software y equipos; siendo elaborado por especialistas latinoamericanos del programa general de información de la UNESCO (INFOLAC) y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) de México en el año 1988. Este formato fue realizado primeramente pensando en la automatización pero luego se vio que es aplicable también para sistemas manuales.
Sería bueno resaltar que el diseño del formato FIIR no es exhaustivo pues el mismo permite el ingreso o la incorporación de nuevos requerimientos.
Además de los formatos instituciones como el IBICT se han preocupado por brindar una metodología para la confección de las mismas. Esta se compone de cuatro etapas:
1) Planeamiento: es necesario tener en cuenta las necesidades de sus usuarios potenciales detallando los siguientes elementos:
a. Cobertura de la guía especificando los limites temáticos, geográficos y cronológicos.
b. Tipo de información a recabar.
c. Responsabilidad de las entidades involucradas
d. Instrumentos de tratamiento de la información
e. Estrategia de la recolección de datos
f. Edición y distribución
2) Identificación, relevamiento y recolección de información, en esta etapa es necesario llevar a cabo los siguientes pasos:
a. Elaborar formularios para la captación de los datos de acuerdo con los módulos e ítems de información seleccionados.
b. Establecer un cronograma de actividades a ser desarrolladas con las entidades involucradas en el proceso.
c. Llevar a cabo entrenamiento especifico para los técnicos que recolectaran la información.
d. Establecer un flujo para la resolución de problemas que puedan surgir.
e. Implementar una estrategia de recolección considerando todos los datos a ser relevados y la disponibilidad de los recursos humanos, técnicos y financieros.
f. Realizar el relevamiento de las informaciones de forma sistematizada utilizando los formularios especificos por tipo de información.
g. Utilizar los instrumentos de indización de las informaciones definidas en la etapa del planeamiento.
h. Acompañar la etapa de la recolección de datos garantizando la calidad de la información.
i. Analizar el tratamiento de los datos recolectados con miras a asegurar su normalización y consistencia.
j. Digitar las informaciones recolectadas realizando las correcciones necesarias e identificando errores.
3) Automatización: para esta etapa es necesario definir la base de datos que será usada, principalmente la plataforma o el soporte en que se creará la base de datos, como ejemplo se pueden citar Access, Msql o Msyql. Todas ellas nos permiten según el tipo de base que se desea realizar confeccionar campos, subcampos y poder relacionarlos obteniendo informes sobre la información solicitada.
4) Edición: en esta etapa lo que recomienda el IBICT es que esta este formada por un cuerpo principal, índices y listas de siglas de entidades.
Claro está que estos formatos pueden ser utilizados como referencia y ser adoptados como modelo pero las formas que adquieren pueden ser muy variadas dependiendo de los propósitos para el cual fue creado.
Estos formatos permiten la flexibilidad de adecuarse a las necesidades de cada sector a los cuales el directorio contendrá.
Vemos que existen variedad de directorios para diferentes actividades, y cada uno de ellos creado para subsanar una necesidad puntual. Según Susana Romanos (1996:206) los clasifica en:
“Directorios biográficos registran a los miembros de una profesión o actividad; son útiles para localizar especialistas sobre un tema dado y para obtener información biográfica sobre personalidades conocidas
Directorios institucionales listan primariamente organizaciones, sociedades, instituciones, fundaciones, agencias gubernamentales, etc. Son útiles para localizar compañías que ofrecen un cierto producto o servicio, u organizaciones comprometidas en un cierto tipo de actividad.
Directorios de productos, para localizar información sobre fabricantes, compañías, industrias, y otras organizaciones comerciales y servicios”.
Estos instrumentos son de gran utilidad tanto para los usuarios como para el profesional de la información, exigiéndole a éste una capacitación constante para que ésta herramienta no se vuelva obsoleta y desactualizada.
FUENTES DE INFORMACION

Fuente es el recipiente donde se guarda o conserva algo. Si queremos saber la verdad o aproximarnos a ella debemos ir a la fuente. La fuente siempre mantiene lo que sacia una necesidad. Entonces podemos decir que la utilidad de una fuente o mejor su función de guarda de algo radica en la importancia en lo que es que se guarda, pues es eso de vital importancia y posee valor pues satisface una necesidad. Siempre que hablamos de información, hablamos de la importancia de ésta, en la satisfacción de una necesidad cognitiva que se construye en un contexto social.
Domingo Buonocore apud Susana Romanos de Tiratel (1996:11) define fuente como “todo aquello que nos proporciona el material para la reconstrucción del pasado. La fuente, como principio o fundamento de una cosa representa la originaria materia de conocimiento”.
Creemos que dentro de las necesidades vitales esta la necesidad de informarse, el ser tiene necesidad de satisfacer su duda. Muchas veces ésta no es manifiesta o la demanda no la representa pero si está latente dentro de él.
Hoy en día es difícil satisfacer las necesidades de información y cuando logramos que esta sea accesible, útil y el usuario se apropia de ella es cuando ésta adquiere valor.
No importa el soporte ni como la información se presente sino donde se encuentra y como ésta se transmite o se transfiere llegando a su fin ya sea para la toma de decisión o para el estudio de un tema.
Como dice Susana Romanos (1996:14) “las fuentes de información son la suma de elementos disponibles que contienen un conjunto de símbolos con la capacidad de significar, registrados en cualquier soporte, con el potencial de poder recuperarse para satisfacer una necesidad de información del usuario...”
Las fuente de información, poseen datos referenciales que potencialmente remiten al demandante a la solución de su demanda. La información solo tiene valor si es de importancia para la unión de ofertante y demandante.
Esto se aplica para cualquier categoría de usuario, desde el ciudadano común al altamente especializado. Al enfocar específicamente el ámbito que nos interesa para este trabajo que es el de las empresas, sabemos que hoy el mercado empresarial, comercial e industrial es muy competitivo, sabemos que quien esta mejor informado o difunde y comunica sus productos tiene mas chances de lograr suceso que el que no lo está. En ese ámbito las fuentes de información logran una importancia mayúscula siendo una herramienta de unión, de nexo entre demandantes y ofertantes, muchas veces uniendo puntas que ni sabían que generarían este tipo de demanda.
Entonces surge en este ámbito el papel del bibliotecólogo que tal como lo define Campello y Campos (1993), “pueda asegurar que, a través de mecanismos adecuados, la información sea conocida y sea físicamente accesible a través de su organización en bibliotecas y agencias de información”.
La organización bibliográfica apunta a la recuperación informacional, facilitando la labor de investigadores, científicos y de personas que demandan información.
Según Campello y Campos (1993: ) sostienen que las fuentes de información se pueden clasificar en primarias, secundarias y terciarias pero además hacen la aclaración de que para algunos autores solo existen dos tipos de fuentes: primarias y secundarias, dentro de las primarias se encuentra la literatura propiamente dicha y en las secundarias los servicios bibliográficos.
Susana Romanos (1996:16) tambien divide las fuentes de información en primarias, secundarias y terciarias, siendo las primeras las que contienen información original, constituyendo la colección básica de una biblioteca, pudiendo estar tanto en formato papel u otros; las secundarias “contienen información primaria reelaborada, sintetizada y organizada, o remiten a ella” teniendo como objetivos facilitar y maximizar el acceso a las fuentes primarias, estas forman la colección de referencia de la biblioteca y por último las terciarias que son las que remiten a las secundarias conteniendo información sobre ellas.
Sostenemos al igual que la literatura que trata sobre fuentes de información especializada, que ésta se encuadra como una obra de referencia, pues es un instrumento que remite a si mismo o a otros en la búsqueda de información.
En el caso de las especializadas remiten a un área especifico, a un objeto, a una obra, a un tipo de usuario o una biblioteca especifica. Según Romanos (1996:20) resumiendo todo esto en “...un área temática particular...”.
Según Diniz, Maria de Fatima y De Oliveira Barcellos, Silvia (1992:75) dice que fuentes de información especializada son obras de referencia de una determinada área, siendo instrumentos fundamentales de apoyo a la actuación de centros referenciales, facilitando la identificación de información básica para usuarios de ese sector especifico.
Ya si nos referimos a una fuente como la guía tenemos a Silberger apud Lemos Montalli, Katia Maria y Dos Santos Campello, Bernardete (1997:322) dice que es una obra que pretende dar una visión amplia, describir características notables y proporcionar información practica para una región geográfica, para una clase de producto, o para una clase de instituciones.
En todos encontramos que la característica necesaria de esa fuente es que sea concisa y especifica en cuanto a su área de investigación e información.
Según Susana Romanos de Tiratell (1996:20) “las fuentes de información especializada son la suma de elementos disponibles que contienen un conjunto de símbolos con la capacidad de significar, dedicados a un área temática particular, registrados en cualquier soporte, con el potencial de poder recuperarse para satisfacer una necesidad de información del usuario de la biblioteca”.
En este trabajo tratamos de presentar un espécimen dentro de los recursos bibliográficos existentes en un área del conocimiento.
Un repertorio que orienta al estudio de determinada disciplina a través del conocimiento de las fuentes básicas del área.
El fin es diseñar un producto con “Valor Agregado” siendo definido como aquel tratamiento que le damos a los productos y servicios de información en base al conocimiento objetivo de las necesidades del usuario.
Nuestra propuesta trata de un instrumento de recuperación de información dirigida a usuarios potenciales del sector transportista de bienes, personas y servicios; nexo entre los productos y sus potenciales usuarios, justamente ahí radica su carácter de bibliografía especializada. Satisface una necesidad informativa sobre determinado tema y se dirige a un grupo particular de usuarios.
Un directorio como instrumento bibliográfico apunta a facilitar el trabajo de investigación del usuario mediante una exposición de fuentes consideradas relevantes para una determinada área del conocimiento.
Se trata de dilucidar al usuario fuentes bibliográficas con las cuales pueda desarrollar sus actividades, auxiliándolo en una toma de decisiones más acertada.
Las organizaciones son fuentes valiosas de información y de documentación.
Un buen directorio puede constituirse en un excelente instrumento de investigación para historiadores que deseen estudiar el desarrollo tecnológico, a partir de una descripción de las características de la empresa y de su producto; contiene además información técnica.
Se debe tener presente la actualización de esta herramienta. Técnicos y especialistas en el tema son fuentes a consultarse, y asimismo publicaciones específicas que divulgan productos.
El propósito es poseer una visión realista y objetiva del contexto.
Lobo, Maria de Fátima Diniz y Barcellos, Silvia de Oliveira (1992:75) definen guías de fuentes de información como: “obras de referencia que contiene informaciones sobre instituciones, productos, publicaciones y servicios de una determinada área”. Aclaran que este tipo de publicación “no es un instrumento de investigación en si mismo, pero facilita el acceso a informaciones por los usuarios del área que se destina”.
Coincidimos con Roberts apud Campello y Campos (1993:17) cuando expresa: “la publicación del trabajo intelectual es un intento de comunicación, de superar la barrera del tiempo y del espacio, para presentar a una audiencia o público, en gran parte desconocida, informaciones e interpretaciones para que sean juzgadas y avaladas”.
Entonces la información vale y cuanto más vale más hay que organizarla, usando criterios sólidos y de utilidad, procesarla, y difundirla, normalizarla y adecuarla al usuario final para que reciba lo que necesita recibir.
Es competencia del bibliotecólogo, descubrir necesidades de información, captarlas, o percibirlas pues estas muchas veces no son manifiestas, ubicar la información necesaria, pertinente y potencialmente relevante para ese demandante y confeccionar instrumentos amigables para el usuario y que esté acorde con el padrón de diseminación normal estandarizado.
SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN

Dicho término hace referencia a un estilo de desarrollo social y económico, estamos insertos en esta nueva realidad, en la cual la información hoy posee un valor especial, ocupa un lugar especial y tiene para el ser humano una importancia especial.
A continuación citamos algunas definiciones para introducirnos en este concepto.
El Plan para el desarrollo de la Sociedad de la Información del Gobierno del País Vasco, (2000) dice que: “Se entiende por Sociedad de la Información aquella comunidad que utiliza extensivamente y de forma optimizada las oportunidades que ofrecen las tecnologías de la información y las comunicaciones como medio para el desarrollo personal y profesional de sus ciudadanos miembros”.
Castells (1998) sostiene que la “Sociedad de la información es un estadio de desarrollo social caracterizado por la capacidad de sus miembros (ciudadanos, empresas y administración pública) para obtener y compartir cualquier información, instantáneamente, desde cualquier lugar y en la forma que se prefiera.”
En el Libro Verde sobre la Sociedad de la Información en Portugal (1997) “Una forma de desarrollo económico y social en el que la adquisición, almacenamiento, procesamiento, evaluación, transmisión, distribución y diseminación de la información con vistas a la creación de conocimiento y a la satisfacción de las necesidades de las personas y de las organizaciones, juega un papel central en la actividad económica, en la creación de riqueza y en la definición de la calidad de vida y las prácticas culturales de los ciudadanos”.
Yoneji Masuda (1984) en la Sociedad de la Información como sociedad post-industrial plantea: “Sociedad que crece y se desarrolla alrededor de la información y aporta un florecimiento general de la creatividad intelectual humana, en lugar de un aumento del consumo material”.
Si analizamos las definiciones arriba citadas coincidimos con Castells (1998) que en todas encontramos cuatro elementos que son los que nos permiten entender ese nuevo concepto de sociedad, siendo estos:
1) El usuario: el mas importante de los elementos pues son las personas, empresas, organizaciones y estados que acceden a los contenidos de información estructurada a través de estructuras propias.
2) La infraestructura: hoy tan conocida como las TICs o tecnología de información y comunicación, hace posible el acceso rápido y eficaz sin importar la distancia donde se encuentren los contenidos.
3) Los contenidos: se trata de datos e información procesada y asentada en productos y servicios o en forma bruta a la que puede acceder con eficiencia.
4) El entorno: entendemos por este el conjunto de agentes o factores del tipo económico, social o cultural que influyen en el acceso, diseminación, disponibilidad y democratización del flujo de información.
La información es un recurso económico, el cual influye fuertemente en la toma de decisiones. Forma parte de un sector de la economía, lleva a una modificación en los modos de producción y difusión de la misma. Pesa fuertemente sobre los comportamientos culturales y sociales principalmente en la forma de comunicarse pues se han introducido lo que llamamos las nuevas tecnologías de la información y comunicación.
Evidentemente este cambio también conduce a una evolución de las bibliotecas y centros de información.
Al hablar de sociedad de la información surgen otros conceptos que acompañan a esta nueva realidad, ellos son brecha digital, analfabetismo informático, avalancha de información, globalización, etcétera; entonces como pueden ser que áreas empresariales, gubernamentales, académicas, tan importantes para nuestro desarrollo como ciudadanos, como instituciones o como Estado, estén aislados y no incertos en esta nueva forma de realidad social. Frente a esa realidad encontramos al profesional de la información enfrentado a un desafío y una misión, la cual es explotar al máximo las nuevas tecnologías y atenuar la brecha informacional entre usuarios informados y los no informados, permitiendo de esta manera que todos gocen del desarrollo pleno que ofrece el participar en la sociedad de la información, construyendo un nuevo ciudadano capacitado para gestionar la información para su desarrollo personal y profesional.
En la sociedad industrial el valor primordial era la materia prima, surgieron grandes teóricos que hablaron como producir mejor, se preocuparon por la mano de obra, por la calidad de lo producido, por los mercados y por la forma de acceder a estos. En ésta primaba el capital como materia de importancia básica, en la sociedad del hoy prima la información.
El cambio económico, político, social y cultural se tradujo en el paso de la sociedad industrial a la basada en la información y el conocimiento; de una economía nacional a una economía mundial (poderío económico de una nación está relacionado con el conocimiento); de centralización a descentralización. Desde una óptica social significa una revolución científico – tecnológica que modifico estructuras y relaciones sociales e igualmente instituciones.
Este proceso provocó la sofisticación de las tecnologías de información que ultrapasaron barreras de todo tipo; sobreviniendo un mundo más integrado.
Existen diversas concepciones en cuanto a la transición de la sociedad actual a la sociedad del conocimiento, según la perspectiva desde donde se la estudie.
Coincidimos con ALOS-MONER (2001:28) cuando formula: “...estamos entrando de lleno en una sociedad incipiente marcada por los avances tecnológicos y por una nueva cultura informacional de las organizaciones; en una nueva era en la que la riqueza se encuentra, cada vez menos, en los objetos tangibles y cada vez más en la información y el conocimiento”.
Junto con el avance tecnológico se nota una proliferación de redes y sistemas de información.
Se aprecia una informatización de la humanidad.
En la nueva sociedad del conocimiento la información es versátil, permitiendo cubrir necesidades de los consumidores en forma más satisfactoria.
Se discute la relevancia de la información y el papel del bibliotecólogo como profesional de la información y el gran volumen y creciente informatización del conocimiento en esta nueva sociedad.
Indudablemente la información es un producto indispensable y gran propulsor del desarrollo; es paralela a la tecnología y las telecomunicaciones. Se requiere discernir las necesidades de los usuarios y asumirlas como parte del proceso.
Es producto del conocimiento pero debe transferirse, supone unas acciones: generación y uso. Como recurso transferible que no se gasta, aporta a la producción, a la evolución científica, técnica y social.
La información como ya se ha dicho es poder, tiene valor y se mide por su usabilidad o sea por su “facilidad de uso” como indica Bevan, Kirakowski y Maissel (1991); es la materia prima esencial en el paradigma de la sociedad del conocimiento.
La información es un factor determinante para el desarrollo, y los canales por los cuales se difunde han ido evolucionando siendo estos de importancia fundamental para la realidad que vivimos hoy y como consecuencia se hace imperioso obtener información relevante para transformarla en un instrumento de trabajo; como medio en el planeamiento, implementación y consolidación de productos, servicios y sistemas de información.
En la medida en que esta herramienta sea integrada a una organización social, se pueden identificar mercados potenciales, coyunturas de mercado, etc.
Debido a este actual desarrollo tecnológico nos encontramos frente a un nuevo fenómeno mundial llamado “globalización”. En esta se han acortado las distancias geográficas, influyendo lo que sucede en una parte del planeta en otra, no estando aislada ninguna zona del orbe. Otro fenómeno que desencadeno la globalización ha sido la rapidez y fluidez de las comunicaciones; el acceso a éstas es lo que hace la desigualdad de pueblos, de naciones, de sociedades. la generación de conocimiento es una defensa contra el subdesarrollo y la dependencia; tema ampliamente considerado en el caso de nuestro país, que forma parte del Tercer Mundo.
En este ámbito adquiere fuerza y estatus, está vista como una mercadería, un producto comercializado y valorado, pasa a ser utilizado como medio de producción.
Existe diversificación de información, saturación de ésta produciendo infoxicación. El intercambio de información entre los pueblos fortalece la hermandad y el desarrollo cultural, influenciado por el perfeccionamiento tecnológico. Todo esto en parte derivado del fenómeno internet.
Hoy a nivel mundial hay organizaciones que están afrontando esta sociedad de la información y han resuelto manifestar su apoyo y compromiso para optimizarla, no podemos dejar de citar a la UNESCO que en su constitución establece:
a) “Fomentará el conocimiento y la comprensión mutuos de las naciones prestando su concurso a los órganos de información para las masas; a este fin, recomendará los acuerdos internacionales que estime convenientes para facilitar la libre circulación de las ideas por medio de la palabra y de la imagen.
b) Dará nuevo y vigoroso impulso a la educación popular y a la difusión de la cultura: colaboración con los estados miembros que así lo deseen para ayudarles a desarrollar sus propias actividades educativas; instituyendo la cooperación entre las naciones con objeto de fomentar el ideal de la igualdad de posibilidades de educación para todos, sin distinción de raza, sexo ni condición social ni económica alguna; sugiriendo métodos educativos adecuados para preparar a los niños del mundo entero a las responsabilidades del hombre libre;
c) Ayudará a la conservación, al progreso y a la difusión del saber: velando por la conservación y protección del patrimonio universal de libros, obras de arte y monumentos de interés histórico o científico, y recomendando a las naciones interesadas las convenciones internacionales que sean necesarias para tal fin; alentando la cooperación entre las naciones en todas las ramas de la actividad intelectual y el intercambio internacional de representantes de la educación, de la ciencia y de la cultura, así como de publicaciones, obras de arte, material de laboratorio y cualquier documentación útil al respecto; facilitando, mediante métodos adecuados de cooperación internacional, el acceso de todos los pueblos a lo que cada uno de ellos publique.”
Resumiéndose la actividad de ésta organización en diferentes objetivos, visiones y valores, el llamado a la reflexión internacional sobre los desafíos a los cuales se debe enfrentar desde el punto de vista ético, legal y cultural esta sociedad de la información; instrumentar la forma y las herramientas para impulsar el acceso a la información y que ésta sea de dominio público; fomentar la formación por que es esta básica en el área informática e informacional e incentivar redes tanto a nivel estatal, regional y mundial. Entienden que siendo la información y el conocimiento los que desencadenan que exista la brecha digital por la desigualdad de acceso a ellas, se comprometen a impulsar la democratización de la mismas definiéndolas como de bien público global. De los derechos fundamentales del hombre declaran que el acceso libre y universal a la información es una de las necesidades básicas cuando buscamos sociedades libres y un hombre pleno.
Además debemos citar el documento elaborado en la segunda fase de la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información realizada del 16 al 18 de noviembre de 2005 en Túnez donde se afirmo lo establecido en la primera fase de la cumbre llevada a cabo en Ginebra del 10 al 12 de diciembre de 2003 que establece lo siguiente: “Nosotros, los representantes de los pueblos del mundo,... declaramos nuestro deseo y compromiso comunes de construir una Sociedad de la Información centrada en la persona, integradora y orientada al desarrollo, en que todos puedan crear, consultar, utilizar y compartir la información y el conocimiento, para que las personas, las comunidades y los pueblos puedan emplear plenamente sus posibilidades en la promoción de su desarrollo sostenible y en la mejora de su calidad de vida, sobre la base de los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas y respetando plenamente y defendiendo la Declaración Universal de Derechos Humanos”.
La realidad que vivimos nos demuestra que esta sociedad de la información nos plantea diferentes niveles, en el mismo momento existen sociedades fuertemente insertas en la sociedad de la información, y otras ajenas a ella. Según el nivel en que se encuentran es la visión que poseen sobre dicha sociedad.
La responsabilidad que nos compete a todos es lograr ese nivel de evolución e inserción de las nuevas tecnologías tornando el mundo mas igualitario.
Consecuentemente crece el compromiso social del bibliotecario, pues como señala Ana Maria Rezende Cabral (1992:219) “es el profesional que trabaja directamente con la materia prima, tenida como propulsora del desarrollo, y que desempeña un papel de mediador entre el usuario y la información”.
El Bibliotecólogo conciente de su papel social debe canalizar su poder para lograr una democratización de la información, viabilizar canales de comunicación, eliminando las diversas barreras existentes entre el usuario y el sistema.
Continuando con las puntualizaciones de María Rezende Cabral: “… nuestra dependencia informativa no puede ser disociada de la económica y de la política, tener claro que solamente aquellos países que detentan la información están aptos para asegurar su posición de superioridad en una sociedad post industrial capitalista”.
Los bibliotecólogos y servicios de información deben acompañar el proceso social y redimensionarse, con el fin de traducir las nuevas aspiraciones, posibilitar el acceso a los bienes culturales y a las nuevas tecnologías de la información.
Concluyendo, siempre debemos analizar sociedad e información para conocer los efectos que provocará una sobre otra y viceversa. La participación social define la generación y uso de la información, es ésta quien le da valor.
La sociedad se encuentra ante una “masificacion” de la información, una misma fuente llega a muchos usuarios, poseemos una cultura universal; existe una conmutación de necesidades locales por otras de tipo internacional.
Terrou, apud Morales Campos, Estela (1992:7) “El interés en la información responde a la necesidad del ser humano de expresarse y de querer saber lo que los demás expresaron, responde a una necesidad que, en cierto momento, se convierte en derecho fundamental del hombre”.
Podemos decir que Sociedad de la Información es un concepto muy amplio y en constante desarrollo, siendo un compromiso de los profesionales de la información lograr que la brecha informacional sea cada vez más pequeña.
PERFIL DEL BIBLIOTECÓLOGO COMO PRODUCTOR DE INFORMACION

El perfil del profesional de la información se ha ido modificando debido a los procesos de modernización educativa y organizacional y a la incidencia de las nuevas tecnologías de la información.
El rol del bibliotecólogo ha cambiado según la circunstancia de su inserción en la sociedad, en un principio su tarea era la de conservador del acervo bibliográfico, además del proceso técnico de los mismos.
El Bibliotecólogo está capacitado para actuar en todas las instancias que corresponda dentro de su especialidad así como en el ejercicio liberal de la profesión, igualándose al status de otros profesionales del ámbito académico.
Las nuevas tecnologías de la información han aumentado la presión sobre la especialización en el área en cuestión. Ha representado además un cambio en el tratamiento de la información, se adoptaron nuevas técnicas y sistemas de recuperación, provocando una reflexión colectiva de los bibliotecólogos sobre éste nuevo enfoque tanto a nivel local, regional como internacional.
Ahora debe replantear su profesión en cuanto a funciones, áreas de acción fundamentos, etc.
Hoy es difícil poder definir hasta donde llega las tareas que le competen, pues es tan grande su campo de acción que encontrar sus linderos es difícil.
Este profesional se encuentra muy comprometido con su entorno social, su interacción con él es parte de su desarrollo pero nunca debe perder de vista su ambiente laboral. Se enfatiza su compromiso social, su carácter receptivo ante el cambio, siendo además dinamizador del mismo; y la aplicación de metodologías que lo inserten en el medio social. Se dirige a la organización y gestión de servicios de información.
Se plantea como un profesional autónomo y líder, trabaja en forma interdisciplinaria; uno de los puntos primordiales es fomentar la cooperación entre unidades de información; unir las experiencias particulares en pro de un fin común, apoya y asesora en la toma de decisiones, ocupado lugares estratégicos en la sociedad y en toda organización; no sólo se ha quedado en la idea de facilitador de información sino que es un ser dinámico creador de herramientas, asimilando y accediendo al uso de la Tics como un gestor de información valedero, veraz en el cual la sociedad ve a éste como un fortalecedor necesario de la democracia.
Además le compete el rol de recuperar, gestionar, procesar, transmitir la información tanto técnica como científica buscando el progreso de la comunidad.
En ese dinamismo de su accionar crea estrategias de acceso, gestión e interiorización de la información siempre apuntando a la responsabilidad social.
Éste crea instrumentos constantemente adaptándose a las nuevas tecnologías y a los nuevos requerimientos de la sociedad. Podríamos decir que es dentro de esa gestión de la información que encontramos las fuentes especializadas tan necesarias en la toma de decisión y la búsqueda de información de las diferentes áreas de la sociedad.
Para Muñoz Cruz, (1998): “El gestor de información se ocupará de la planificación estratégica y la coordinación de todos los recursos relacionados con la información y participará en el diseño e implantación del sistema de información de la organización, a través de la coordinación de todos aquellos departamentos que manejan información. Esa es la labor que tiene encomendada para el siglo XXI y su formación ha de estar en consonancia con esta necesidad potencial que se detecta desde hace algunos años”
En la actualidad el profesional de la información debe ser hábil en manejar y acceder a la información y ser capaz de transmitirla al usuario sin importar donde éste se encuentre.
Hoy ha cambiado el paradigma del bibliotecólogo, éste ya no se encuentra solamente dentro de cuatro paredes ni su mundo se remite exclusivamente a su acervo bibliográfico; se ha ajustado a las nuevas tecnologías en una constante evolución adaptándose a los nuevos requerimientos y su ímpetu innovador lo ha llevado a afrontarse a esos nuevos desafíos.
Para Paloma Portela (1998) “El impacto tecnológico en el sector de la información es abrumador. La aplicación de herramientas esta siendo intensiva y punta de lanza para su uso en otras industrias y sectores, ese impacto afecta de manera muy especial a los gestores de información y documentación obligándolos a un reciclaje continuo a sus conocimientos y técnicas de trabajo”.
En esta nueva visión del bibliotecólogo sin perder sus tareas tradicionales enfocando su trabajo hacia el usuario, deberá ir añadiendo constantemente las nuevas tecnología así como también las herramientas del área administrativa, marketing, etcétera para satisfacer las demandas de la sociedad.
No debemos permitir que las nuevas tecnologías sean nuestras peores enemigas y si que se conviertan en nuestra aliada.
Nuestro proyecto es realizar y proveer productos o instrumentos que beneficien a la comunidad (enfoque social), facilitando el acceso a la información, y de esta forma suministrar una herramienta rápida y fácil.
Los recursos de información son un conjunto de fuentes informativas distribuidos en diferentes soportes, tal es el caso de un directorio.
En suma, profesionales que, además de participar en la creación del conocimiento, y sirviéndose de las nuevas tecnologías, consideren al usuario y su entorno razón de ser de su campo profesional.
INFORMACION COMO DERECHO

Hoy el bibliotecólogo esta creando un nuevo paradigma, ha salido de su biblioteca clásica y ve a la sociedad como parte integrante de su profesión y a la cual le debe su trabajo en el objetivo de lograr que está cada día sea mas igualitaria, justa y pacifica.
Éste comprende a su profesión con una visión netamente de participación activa en la sociedad, la interdisciplinariedad lo capacita para poder trabajar en las áreas mas novedosas del quehacer diario.
Posee un compromiso con esta sociedad de la información, entendiendo este ultimo concepto como desencadenante de democratización, y un derecho inalienable a todo ser.
También reconoce que las tecnologías deben estar al servicio de ese desarrollo social.
Sostenemos la premisa que la información es un derecho de todos y por lo tanto un bien común y debe actuar como factor de integración, democratización, igualdad, mantenerse ligada a los derechos humanos, a la ciudadanía, a la libertad y al especto y dignidad personal.
La información es un medio de comunicación social, ayuda al individuo a interactuar y sentirse integrado y útil dentro de su sociedad, esta le permite estar capacitado y poseer responsabilidad y conciencia en su desempeño individual, laboral, como ciudadano y como ser humano.
El rol del profesional de la información es brindarle instrumentos de acceso que le permita poseer la cantidad y calidad de información que este necesite y logre que este a su alcance.
Nuestra sociedad tan competitiva y tan dinámica hace que el flujo de información sea de difícil acceso y asimilación, por eso el que esta bien informado tiene poder.
En el poder de estar informado es que radica el valor económico, social y político que adquiere en esta nueva forma de ver al hombre y su entorno, en esta nueva sociedad.
Nos gustaría resaltar lo que dice Susana Romanos (1996:12) sobre información “es un conjunto de símbolos con la capacidad de significar, está registrada en diferentes soportes y tiene el potencial de recuperarse”.
Hoy las empresas comprenden la importancia de la información y depositan en ella gran parte de su interés pues reconocen su valor. Gran parte de los recursos humanos y económicos son puestos a disposición de instrumentos y tecnologías que permitan el acceso a la información entendiendo esta como un punto fundamental para el desarrollo tanto individual, institucional u organizacional.
Siguiendo con Susana Romanos (1996:13), “para que la información se transforme en conocimiento valido las personas deberán desarrollar la habilidad no solo para acceder a ella sino también para evaluarla”.
La información como una necesidad básica debe ser satisfecha pues es ésta que hace al ser o a la organización desarrollar todas sus potencialidades y lograr una inserción plena en su vida. El rol del bibliotecólogo es servir como intermediario al acceso de estas fuentes que pondrán en práctica y auxiliarán al conocimiento personal dándole respuestas apropiadas subsanando la necesidad de información sea esta manifiesta, latente o no.
Coincidimos con Saúl Armendáriz Sánchez (1992:12) en que la información se puede considerar como materia prima o producto sin acabado final, la cual posee ciertos atributos: valor, control y presupuesto, posibilidad de relacionarse en cuanto a sus costos y uso y características de control, duración y efecto sobre otros recursos.
Por eso necesita un tratamiento especial porque en su forma bruta no cumpliría con los requisitos desembocando en el bibliotecólogo la responsabilidad de darle esas características para que cumpla con su función final.
Hemos notado en las entrevistas realizadas que existen carencias a nivel empresarial. El empresario ni siquiera comprende el rol de la información en su día a día, cree que ésta no importa en el momento de la toma de decisiones; esto denuncia lo que venimos razonando la necesidad de información existe pero ellos no lo saben, cuando comprenden esta necesidad desean saber como subsanarla y como ubicarla. El hecho de no acceder a herramientas de información especializada, de no conocerlas los mantiene al margen de la sociedad de la información, su manera de negociar mantiene padrones primitivos, hoy cuando se habla de la administración moderna, reingeniería, calidad total; en estos ambientes la empresa sigue siendo del tipo familiar, limitándose a lo que se “comenta” en el medio.
En este ejemplo observamos que no sólo es necesario crear instrumentos como guías, directorios sino que hay que educar en su uso, formando a ese nuevo usuario que comprenderá a partir de esa nueva postura la necesidad que la misma le brinda y le subsana.














Equipo del Proyecto:
DIRECTORIO DE EMPRESAS VIALES DE RIVERA

lunes, julio 03, 2006