martes, julio 04, 2006

INFORMACION COMO DERECHO

Hoy el bibliotecólogo esta creando un nuevo paradigma, ha salido de su biblioteca clásica y ve a la sociedad como parte integrante de su profesión y a la cual le debe su trabajo en el objetivo de lograr que está cada día sea mas igualitaria, justa y pacifica.
Éste comprende a su profesión con una visión netamente de participación activa en la sociedad, la interdisciplinariedad lo capacita para poder trabajar en las áreas mas novedosas del quehacer diario.
Posee un compromiso con esta sociedad de la información, entendiendo este ultimo concepto como desencadenante de democratización, y un derecho inalienable a todo ser.
También reconoce que las tecnologías deben estar al servicio de ese desarrollo social.
Sostenemos la premisa que la información es un derecho de todos y por lo tanto un bien común y debe actuar como factor de integración, democratización, igualdad, mantenerse ligada a los derechos humanos, a la ciudadanía, a la libertad y al especto y dignidad personal.
La información es un medio de comunicación social, ayuda al individuo a interactuar y sentirse integrado y útil dentro de su sociedad, esta le permite estar capacitado y poseer responsabilidad y conciencia en su desempeño individual, laboral, como ciudadano y como ser humano.
El rol del profesional de la información es brindarle instrumentos de acceso que le permita poseer la cantidad y calidad de información que este necesite y logre que este a su alcance.
Nuestra sociedad tan competitiva y tan dinámica hace que el flujo de información sea de difícil acceso y asimilación, por eso el que esta bien informado tiene poder.
En el poder de estar informado es que radica el valor económico, social y político que adquiere en esta nueva forma de ver al hombre y su entorno, en esta nueva sociedad.
Nos gustaría resaltar lo que dice Susana Romanos (1996:12) sobre información “es un conjunto de símbolos con la capacidad de significar, está registrada en diferentes soportes y tiene el potencial de recuperarse”.
Hoy las empresas comprenden la importancia de la información y depositan en ella gran parte de su interés pues reconocen su valor. Gran parte de los recursos humanos y económicos son puestos a disposición de instrumentos y tecnologías que permitan el acceso a la información entendiendo esta como un punto fundamental para el desarrollo tanto individual, institucional u organizacional.
Siguiendo con Susana Romanos (1996:13), “para que la información se transforme en conocimiento valido las personas deberán desarrollar la habilidad no solo para acceder a ella sino también para evaluarla”.
La información como una necesidad básica debe ser satisfecha pues es ésta que hace al ser o a la organización desarrollar todas sus potencialidades y lograr una inserción plena en su vida. El rol del bibliotecólogo es servir como intermediario al acceso de estas fuentes que pondrán en práctica y auxiliarán al conocimiento personal dándole respuestas apropiadas subsanando la necesidad de información sea esta manifiesta, latente o no.
Coincidimos con Saúl Armendáriz Sánchez (1992:12) en que la información se puede considerar como materia prima o producto sin acabado final, la cual posee ciertos atributos: valor, control y presupuesto, posibilidad de relacionarse en cuanto a sus costos y uso y características de control, duración y efecto sobre otros recursos.
Por eso necesita un tratamiento especial porque en su forma bruta no cumpliría con los requisitos desembocando en el bibliotecólogo la responsabilidad de darle esas características para que cumpla con su función final.
Hemos notado en las entrevistas realizadas que existen carencias a nivel empresarial. El empresario ni siquiera comprende el rol de la información en su día a día, cree que ésta no importa en el momento de la toma de decisiones; esto denuncia lo que venimos razonando la necesidad de información existe pero ellos no lo saben, cuando comprenden esta necesidad desean saber como subsanarla y como ubicarla. El hecho de no acceder a herramientas de información especializada, de no conocerlas los mantiene al margen de la sociedad de la información, su manera de negociar mantiene padrones primitivos, hoy cuando se habla de la administración moderna, reingeniería, calidad total; en estos ambientes la empresa sigue siendo del tipo familiar, limitándose a lo que se “comenta” en el medio.
En este ejemplo observamos que no sólo es necesario crear instrumentos como guías, directorios sino que hay que educar en su uso, formando a ese nuevo usuario que comprenderá a partir de esa nueva postura la necesidad que la misma le brinda y le subsana.

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